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Construir una cultura empresarial inclusiva continúa siendo clave para que las empresas prosperen

Hoy en día, la igualdad y diversidad en el ámbito laboral ocupa un lugar más destacado que nunca en el debate global.

En un contexto donde el esfuerzo de algunos países como Estados Unidos se están viendo limitados con la eliminación de los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en grandes empresas, surge la necesidad de que Europa, y también España, continúen poniendo el foco en impulsar a las empresas, especialmente pequeñas y medianas, a crear un entorno inclusivo que promueva la igualdad de oportunidades.

De hecho, en el caso de nuestro país, el II Informe de Pymes y Autónomos revela que solo una de cada diez pymes está tomando medidas en esta materia y que la proporción de empresas que han tomado medidas o planean hacerlo también ha caído. Además, respecto a la conciliación familiar, pese a las reformas legislativas para equiparar las bajas de maternidad y paternidad, únicamente el 18,5% de las pymes y micropymes considera que esta medida ha favorecido a la contratación de mujeres, y un 79,7% opina que no han tenido un impacto positivo en este sentido. Además, cuando atendemos a la adopción formal de estas políticas, un 74% de las pymes y micropymes aún no cuenta con un Plan de Igualdad registrado.

Condiciones laborales y necesidades de los trabajadores

Según lo anterior, se desprende que las condiciones laborales todavía no han logrado adaptarse completamente a las necesidades de los trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, de cualquier modo sigue siendo fundamental adoptar un enfoque humano que impregne a toda la actividad de la empresa. De hecho, desde Hiscox y por esta razón, mantenemos una cultura inclusiva y de igualdad de oportunidades bajo la premisa de que todas las personas son importantes, por encima de cualquier sesgo. Y es que, más allá de todo, es crucial crear un ambiente de trabajo en el que todos los empleados se sientan valorados y escuchados, en definitiva, que tengan un fuerte sentimiento de pertenencia. Creemos que, además de las habilidades, estas herramientas son esenciales para que todos los trabajadores se desarrollen y, de esta forma, así lo haga la empresa.

Más allá, sin duda aspectos como la motivación y el propio compromiso de los trabajadores por lo que hacen también son necesarias para construir una carrera profesional exitosa y, por tanto, para que la empresa también prospere. Sin embargo, las organizaciones tienen una asignatura pendiente, que no es otra que creer en el talento y la capacidad de cada persona como clave para contribuir al crecimiento colectivo, más allá de su género. Por ello, la igualdad y la inclusión deben ser un compromiso activo y basado en la concienciación para todas las empresas, especialmente pymes y pequeños negocios, lugares con un gran potencial para generar cambios reales y sostenibles en la sociedad.

AUTOR:REDACCIÓN INESE